La palabra metalurgia designa a aquella técnica a través de la cual se obtienen los metales y asimismo a la elaboración de los mismos mediante los minerales que disponen. Cabe destacarse que en pos de su misión, la metalurgia también se encarga de estudiar el tema de las aleaciones, de controlar la calidad de todos los procesos y la corrosión.
El proceso metalúrgico está compuesto por varias fases o estadios: primero se obtiene el metal a partir del mineral que lo posee en estado natural, y se lo separa de la ganga, que es como se llama a la mezcla de arcilla y de silicatos que se encuentran en el metal; luego se procede a la purificación del mismo, eliminando cualquier tipo de impureza residual que pueda quedar en el metal en cuestión; se sigue con la elaboración de aleaciones; y finalmente, según el caso, se realizan tratamientos al metal los cuales dependerán del producto que se desee obtener.
Existen antecedentes de la metalurgia desde la antigüedad, por ejemplo, hacia las postrimerías del período Neolítico, los hombres intervenían el cobre, la plata y el oro, con golpes, con la intención de dejarlos planos como el papel. En tanto, ha sido el cobre el primer material que trabajó el hombre y esto está en estrecha vinculación con la posibilidad de hallarlo en la naturaleza en estado puro.
Con el correr del tiempo llegarían técnicas más avanzadas para trabajar los metales, tal es el caso del moldeo a la cera perdida, el templado del acero, la soldadura, entre otras.
La necesidad que tenía el hombre de crear utensilios y herramientas que lo ayudasen en las realización de diferentes actividades y asimismo el querer lucir piezas que destaquen, desencadenaron ese afán humano de intervenir los metales.
Por otro lado, la palabra también se emplea para denominar a la disciplina que se ocupa de estudiar las propiedades que presentan los metales.
Y al conjunto de industrias dedicadas a la producción de metales se la conoce popularmente como metalurgia.
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